¿Qué ocurre con tu cuerpo cuando empiezas a hacer ejercicio regularmente?
Durante los primeros entrenamientos, es posible que te sientas más alerta y con más energía porque aumenta tu ritmo cardíaco. Eso significa un aumento del flujo sanguíneo y del oxígeno en el cerebro. Pero prepárate para el día siguiente, cuando casi con certeza padezcas de un episodio de DOMS (abreviatura de dolor muscular de aparición tardía) o las famosas e conocidas “agujetas”. El dolor persistirá durante unas 72 horas aproximadamente, pero la buena noticia es que probablemente no vuelvas a tenerlas mientras continúes ejercitándote regularmente.
Los primeros 3 meses fase de adaptación y conocimiento del propio cuerpo: Empezamos a notar la mejoría de hasta un 50% en nuestro sistema metabólico. Eso significa quemar más calorías en reposo (metabolismo basal) y la mejora de la fuerza y de la resistencia.
De 3 a 6 meses es la fase crítica, porque es la fase en la que decidimos si seguimos o abandonamos. Hay un 50% de abandono en los primeros seis meses. Pero pasado este periodo más personas persisten.
Después de los 6 meses, todo este trabajo duro finalmente empieza a dar sus frutos. Notarás que tus músculos empiezan a tomar forma, ya no te cansas como antes, tienes más energía, duermes mejor, comes mejor, tienes menos estrés,.. Son beneficios que serán duraderos si sigues haciendo ejercicio regularmente. No vale con entrenar 2 o 3 meses antes del verano por la famosa "operación bikini”. Esto solo consigue que sobrecargues tu cuerpo y debilites tu salud mental. Es mejor hacer poca activa física que ninguna.
Después de un año de ejercicio regular, tus huesos serán más densos, lo que reduce tu riesgo de osteoporosis, de desarrollar artritis, diabetes tipo 2, demencia y ciertos tipos de cáncer como el de mama y el de colon. Tu necesidad de hacer ejercicio se transforma completamente. Si antes no querías levantarte del sofá, ahora no querrás ni verlo.