Introducción
En 1910 a principios del siglo 20. Nuestros bisabuelos se levantaban antes del amanecer, transportaban sacos que pesaban quintales, cavaban la tierra durante horas al día y recorrían kilómetros a pie para volver a casa. Su alimentación era sencilla y variada, recogida en el mismo lugar y consumida al poco tiempo. Muchas verduras, hortalizas, poca carne....
Las cocinas regionales y estacionales garantizaban los alimentos más adecuados para el clima del lugar y del momento y satisfacían, con la exactitud derivada de siglos de experiencia, las necesidades del trabajo desarrollado. El estilo de vida era relajado, seguía los ritmos biológicos del hombre. No era lo que se dice un paraíso, sin duda. Pero sí se vivía de forma más natural y la palabra estrés todavía no se había inventado.
Un salto de 100 años
Desde la civilización campesina a la sociedad telemática sólo han transcurrido cuatro generaciones, menos de cien años. En este breve lapso de tiempo, en la civilización occidental ha desaparecido el trabajo físico, confiado a las máquinas, la ciencia ha realizado una cantidad de descubrimientos que superan a todos los realizados desde el origen de la humanidad hasta hoy; la concentración en grandes ciudades de millones de personas ha creado problemas nuevos y dramáticos; la duración media de vida se ha incrementado de forma notable; primero la electrónica y luego la telemática, más rápidas que el hombre, han exasperado los ritmos de vida, estrés y patologías ligadas al sedentarismo.
Las bocinas enfurecidas por un atasco interminable de coches, 8 horas sentado en la mesa del despacho para terminar el informe, un bocadillo, tal vez apetitoso pero pesado como un ladrillo, engullido en 5 minutos y regado con café, negro venenoso. El ordenador te hace las reservas para las vacaciones y compras una chaqueta en la teletienda. Luego una hamburguesa y a la cama, dentro de 3 horas sonará el despertador.
El sedentarismo
El hombre, liberado por fin del esfuerzo físico, descubre hasta qué punto este es fuerzo es indispensable. La conquista del sedentarismo ha resultado catastrófica. Y se descubre la diferencia esencial entre el hombre y la máquina: el organismo humano cuanto menos se usa más degenera.
La enfermedad hipocinética
El término hipocinético significa "escaso movimiento" y la enfermedad o, mejor dicho, el síndrome hipocinético se refiere a todas aquellas patologías derivadas de la falta de actividad física, del exceso de alimentación y del estrés.
Estos tres auténticos asesinos de nuestra salud, al actuar de forma conjunta, adquieren una fuerza aún mayor e incrementan sus efectos mortíferos. A ellos deben añadirse y sumarse los daños provocados por el tabaco, el alcohol y las drogas. Las enfermedades derivadas de estos factores son:
- En primer lugar las cardiovasculares (hipertensión, infarto, etcétera)
- La obesidad, nascida del exceso de alimentos y la falta de movimiento. Grave no sólo desde el punto de vista estético, sino también por los problemas físicos que conlleva (colesterol, diabetes y etcétera).
- Las patologías musculares y óseas. Los dolores de espalda y las artrosis son casos más frecuentes.
- La ansiedad, la depresión, los trastornos emocionales y psíquicos derivados del estrés.
Medicina preventiva
La única medicina preventiva sigue siendo ese conjunto de atenciones y precauciones (control de alimentación y del peso corporal, actividad física y relajación) que recibe el nombre de fitness.
- Funcionalidad del sistema cardiovascular y respiratorio.
- Funcionalidad del sistema muscular y del esqueleto.
- Porcentaje óptimo de grasa corporal.
- Funcionalidad del sistema nervioso.
- Vejez sana y activa.
Sugerencias para vivir mejor
- Evitar el estrés.
- Desempeñar un trabajo agradable.
- No fumar
- Utilizar bebidas alcohólicas con moderación.
- Desarrollar una actividad física en el ámbito de las propias capacidades, sin exageración.
- Beber mucho líquido durante la jornada.
- Evitar el consumo de bebidas azucaradas.
- Evitar los alimentos industrializados.
- Una alimentación equilibrada incluyendo los 4 grupos alimentarios.
- Y un sueño reparador (es aquel sueño ininterrumpido, que cumple sus funciones y nos permite sentirnos frescos y descansados al día siguiente).
Conclusión
Calidad y cantidad de vida
A pesar de todo, no debemos engañarnos al pensar que con esto resolveremos todos nuestros problemas. El entorno seguirá contaminado, la superpoblación dejará sentir sus efectos y el estrés seguirá asediándonos.
Pero nosotros estaremos en condiciones para afrontarlo todo un poco mejor, con un poco más de preparación, sabidora y fortaleza.
Es hoy, cuando aún se es joven, cuando hay que empezar a cimentar una madurez sana y serena.
“Morir joven lo más tarde posible”.
Autor desconocido.